¿Qué es la comunicación?
La comunicación es uno de los pilares fundamentales en nuestras interacciones diarias. No sólo se trata de hablar y escuchar, sino de lograr que el mensaje sea comprendido de manera clara y efectiva. La mayoría de nosotros nos comunicamos con el objetivo de recibir feedback o retroalimentación, pero detrás de este propósito, existen otras motivaciones implícitas que a menudo pasan desapercibidas. Éstas incluyen la búsqueda de aprobación, la necesidad de atención, la solicitud de ayuda práctica, o simplemente el deseo de compartir y recibir opiniones.
Comunicación: Cómo Reducir las Interferencias y Malas Interpretaciones
Una comunicación efectiva no es sólo cuestión de hablar correctamente, sino también de evitar las interferencias que pueden distorsionar el mensaje. Para lograrlo, es crucial seguir una serie de pasos:
- Claridad en el mensaje: Antes de iniciar una conversación, debemos tener claro lo que queremos comunicar y cuál es nuestro objetivo. Esto evita desvíos y asegura que el mensaje principal se transmita con precisión.
- Codificación adecuada: Utilizar un lenguaje verbal y no verbal que sea congruente con lo que queremos expresar. Nuestro tono de voz, gestos y expresiones faciales deben alinearse con nuestro mensaje.
- Elección del momento y entorno adecuado: Es esencial escoger el momento adecuado para la conversación, asegurándonos de que el interlocutor esté receptivo y que el entorno esté libre de interferencias.
- Claridad en los objetivos: Comunicar claramente al interlocutor cuál es el objetivo de la conversación. Esto ayuda a enfocar la discusión y evitar malentendidos.
- Escucha activa y retroalimentación: Hacer preguntas para recibir feedback y prestar atención a las señales del interlocutor, como el silencio o respuestas evasivas, que podrían indicar que no está comprendiendo el mensaje.
- Cierre adecuado de la conversación: Finalizar la conversación resumiendo los puntos clave y aclarando cualquier duda. Esto asegura que ambas partes estén en la misma sintonía y que el mensaje haya sido entendido correctamente.
La Importancia de la Comunicación Asertiva
La comunicación asertiva es fundamental para expresar nuestros derechos y sentimientos de manera directa, sincera y firme, sin caer en la agresividad ni en la sumisión. La asertividad nos permite expresar nuestras opiniones, creencias y deseos de forma clara y adecuada, lo que facilita la resolución de conflictos y la mejora de las relaciones interpersonales.
Ejemplos para practicar la comunicación asertiva implica
- Describir los hechos de manera neutral: Es importante narrar los eventos sin añadir una carga emocional que pueda distorsionar el mensaje. Por ejemplo, «Habíamos acordado encontrarnos a las 5, pero llegaste a las 6».
- Expresar cómo nos sentimos: Una vez descritos los hechos, podemos comunicar cómo nos hizo sentir la situación de manera asertiva, evitando atribuir intenciones a la otra persona. Por ejemplo, «Que hayas llegado tarde me hace sentir mal y molesta».
- Evitar suposiciones: Es fundamental no caer en atribuciones o interpretaciones subjetivas del comportamiento del otro. En lugar de asumir que la otra persona actuó de cierta manera por falta de interés, es mejor centrarse en los hechos y las emociones que nos generaron.
- Negociar una solución: Después de expresar nuestros sentimientos, podemos proponer una solución o negociar cómo manejar situaciones similares en el futuro. Por ejemplo, «Quisiera que no vuelvas a llegar tarde, de lo contrario, la próxima vez no nos reuniremos».
Interferencias en la Comunicación: Identificación y Control
Existen diversos factores que pueden interferir en la comunicación y hacer que el mensaje no llegue de manera correcta. Estos factores se dividen en ruido externo e interno.
- Ruido externo: Son las alteraciones físicas en el proceso de comunicación, como la distancia, la debilidad de la señal, los sonidos ambientales o las dificultades en el idioma.
- Ruido interno o filtros personales: Estos son más sutiles y a menudo más difíciles de identificar. Incluyen aspectos como la personalidad, el estado de ánimo, la cultura, las creencias, los valores, los miedos e inseguridades. Estos factores influyen en cómo interpretamos los mensajes y pueden distorsionar la realidad, generando conflictos innecesarios.
Pasos para una Buena Comunicación: Ejemplos Prácticos
Antes de iniciar una conversación importante, es útil plantearse las siguientes preguntas:
- ¿Qué quiero expresar?: Definir bien el tema y evitar abordar varios asuntos a la vez.
- ¿A quién se lo voy a comunicar?: Conocer al interlocutor y considerar si es fácil o difícil comunicarse con él.
- ¿Qué objetivo tengo?: Ser consciente de que no podemos controlar completamente el resultado de la conversación.
- ¿Cómo está el otro?: Evaluar si el interlocutor está dispuesto a escuchar y si es el momento adecuado.
- ¿Qué canal y código uso?: Elegir el medio adecuado para la comunicación y asegurarnos de que nuestro mensaje sea claro y comprensible.
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Conclusión
La comunicación es una habilidad esencial que, cuando se practica de manera efectiva, puede mejorar significativamente nuestras relaciones personales y profesionales. La clave está en ser claros, asertivos y conscientes de las posibles interferencias que pueden distorsionar nuestro mensaje. Con una práctica constante y consciente, podemos perfeccionar nuestra capacidad de comunicar y, en consecuencia, alcanzar nuestros objetivos de manera más eficaz.
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